¿Qué son los esquemas?

1. Los pensamientos automáticos son mensajes aprendidos que están en el nivel más accesible de la conciencia. Cuando observamos nuestros pensamientos, este nivel es el más fácil de identificar.

2. Las creencias intermedias son valoraciones, suposiciones y reglas.
   Son ideas que están en un nivel más profundo. Se yuxtaponen e implican unas a otras, es  decir, podemos valorar un hecho de manera exagerada al tiempo que elaboramos hipótesis o suposiciones para hacerle frente y elaboramos normas o reglas para verificarlas. 

Las valoraciones o evaluaciones son consideradas por algunos/as autores/as el elemento central para modificar las ideas.

Las suposiciones o supuestos pueden ser positivos o negativos.

Las reglas o normas son las autoexigencias o “debo” que nos autoimponemos o lo que exigimos a los demás con la consiguiente consecuencia perturbadora si no se cumplen.

1. Las creencias centrales o nucleares: están en el nivel más profundo de nuestra conciencia.

Constituyen los valores fundamentales de nuestra identidad, las afirmaciones más globales y rotundas acerca de nosotras/os mismas/os, del mundo y de los demás. Pueden ser flexibles y realistas e irse adaptando a las circunstancias.

La mayoría de las personas mantenemos creencias positivas y adaptativas, pero también desarrollamos tipos diferentes de creencias centrales negativas:

• Creencias centrales negativas acerca de nosotros/as mismos/as, la mayoría relacionadas con el desamparo y la incapacidad de ser amado.

• Creencias centrales negativas acerca de los demás («la gente no es de fiar», «la gente me puede hacer daño»).

• Creencias centrales negativas acerca de la vida («la vida es muy difícil», « la vida es absurda»).

• Creencias centrales negativas acerca del mundo («este mundo es una vergüenza», «el mundo es un caos»).

​Estas creencias negativas que habitualmente son globales, rígidas y poco realistas, las aceptamos y las creemos como si fueran verdades absolutas, eso es que son "egosintónicas".